Antagónicos y violentos nos llaman ell@s. Quienes con el poder de sus armas y leyes condenan a muerte a l@s que estamos hartos y nos organizamos para pelear por lo que nos pertenece.
«Terroristas» sentencian los rancios edecanes de la derecha llamando a su desclasado séquito a defender con “mano firme” la “patria”, la familia y la propiedad privada.
No negaremos nada, porque sí: somos antagónicos. Nos organizamos y oponemos a un sistema nefasto que impone hambre y explotación.
¿Violentos? Violenta es la precarización laboral, los despidos intempestivos, la pésima gestión de la crisis sanitaria, la corrupción y una larga lista de atropellos y abusos dados por el poder.
¿Terroristas? Quitar ojos a la gente, lanzar personas de los puentes y legalizar la precariedad laboral cuando cada persona tiene, al menos, un muerto a quien llorar, eso es terror.
¿Dónde empieza la violencia entonces?
Rechazamos la persecución a las voces disidentes. Sabemos bien que las batallas por el poder popular las gana el más osado y que la guerra contra la pobreza y la explotación solo se vencen con organización.
A las marchas y protestas las llaman violencia y estas no son más que la respuesta necesaria de l@s indignados para defenderse de sus constantes ataques.
Nuestra lucha está en los sindicatos, asambleas, plantones y talleres: muestras claras de la lucha del pueblo trabajador.
Pese a la criminalización y a las indirectas amenazas hacia nuestra legítima lucha. Persistimos firmes y dignos.
Las hordas policiales preparan la represión. Fiscales y carceleros esperan las directrices de su patrón de turno.
Nosotras y nosotros no paramos, nuestra lucha no claudica. El poder tiembla e intenta individualizarnos, pero la respuesta es y será organización y lucha.
Sin temor, sin pactar, protestar hasta ganar.
A las calles, ANTIFASCISTAS
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COMUNICADO 001 AAF