SE LEE DIGNIDAD, SE ESCRIBE LUCHA

La memoria de octubre, si no se traduce en organización y lucha, es sólo romantización.

Octubre llegó, y con él, la conmemoración del Paro nacional de 2019, pero ¿qué ha pasado en el país desde entonces?

Se ha dado pasó a varias medidas neoliberales: se liberó el precio de la gasolina, la banca tiene la capacidad de fijar intereses sin regulación del Estado, se aprobó la mal llamada «ley humanitaria» que precariza más la vida de las trabajadoras y los trabajadores, se reforzó el aparato represivo del Estado (policías y militares), se ha priorizado el pago al FMI antes que saldar las deudas del sector público (salarios a trabajadoras/es y prestadoras/es de servicios); y en todo este tiempo han aumentado las actividades extractivas reforzando el poder de los capitales transacionales y afectando no solo a ecosistemas frágiles sino a agricultores y comunidades.

Además, existió un pésimo manejo a nivel nacional de la crisis sanitaria producto del Covid 19: venta fraudulenta de insumos médicos, repartición de hospitales como negocios de la burguesía, manifestaciones de corrupción por parte de diversos actores políticos que actualmente permanecen impunes.

Mientras tanto, miles de personas murieron en condiciones inhumanas, otras miles fueron despedidas de sus trabajos, estudiantes y docentes no tienen las condiciones para generar dinámicas educativas adecuadas, las mujeres han sufrido el recrudecimiento de la violencia intrafamiliar y la doble explotación que ya vivían, se ha intensificado con las labores de cuidado.

Entonces, ¿cuál es el balance de Octubre? ¿Que queremos conmemorar? ¿Qué ganamos en realidad?

Con estos cuestionamientos no buscamos deslegitimar, ni minimizar las jornadas de octubre de 2019, su intención es ir dándole sentido y carácter a la lucha, haciéndonos parte de una continuidad histórica que nos permita ir avanzando y nutriendo con contenido, tensión, reflexión y proyección más allá del momento mismo de un estallido social.

Nosotras y nosotros, quienes como muchos ansiamos la caída de la estructura, vemos con ojos alegres a quienes alejados del utilitarismo activan la organización, solidaridad directa y la acción sin intermediarios. Somos parte de ellos y de ellas, y ahora queremos defender nuestras ideas ponerlas en práctica, sumar todas nuestras pasiones e ingenio, fortalecer la organización popular e independiente, sin cegarnos en sectarismo o vanguardismos.

Si la memoria no nos hace volcar la vista, afilar la praxis organizativa y regresar a las calles, estaremos siendo incoherentes con todo aquello por lo que luchamos en Octubre y nuestra condena será repetir la misma historia de miseria y opresión.

Se lee dignidad, se escribe LUCHA
Organízate, luchemos juntos y juntas

Acción Antifascista Ecuador

Desde el territorio llamado Ecuador, octubre de 2020