Frente a la vacunación VIP: Odio y rabia

 desde el territorio mal administrado por el Estado ecuatoriano, 15 de marzo de 2021.

Son 297.957 las personas que ya se han contagiado de COVID-19 y 11.341 las muertes confirmadas, además de los 4.787 fallecimientos no confirmados oficialmente, pero con causas relacionadas al virus. Esto de un total de 17 millones de habitantes localizados en 283,560 km2.

Con las pocas esperanzas que aún nos quedaba en la gestión gubernamental, ayer en la noche muchas familias ecuatorianas buscamos agendar un turno para la vacunación de las adultas mayores. Como si se tratara de las eternas filas existentes antes de la supuesta modernización del servicio público, cientos y miles de familias esperamos a que llegaran las 00h00 del 15 de marzo para inscribirnos en la plataforma http://planvacunarse.ec// y ganar esperanzas frente a la crueldad del virus.

Y claro, para reafirmar, con esta acción, la deplorable gestión estatal de la pandemia, la página colapsó y millones quedamos nuevamente fuera del acceso a vacunas.

Pero, ¿quiénes quedamos fuera?

Cientos de trabajadoras, campesinas y obreras de la tercera edad, que por años entregaron su fuerza productiva y reproductiva a este país, quedaron al margen del sistema de vacunación prioritaria y claro; no todas las familias somos cercanas al ex Ministro de Salud, Cevallos, o periodistas afines al régimen como Diego Oquendo o, más deplorable aún, jóvenes hijas de las encargadas de los planes de vacunación.

Mientras el odio y rabia me invaden llega un mensaje de mi madre: “hoy fue un mal día, dormí pensando en inscribirme, para estar un poco más protegida del COVID-19 y salir a la calle, pero no se puede tener sueños en este país”. Al rato llega la llamada y ahogada en lágrimas me cuenta el trajín que pasó al no poder inscribirse por internet como si se tratase de un favor que nos hace el gobierno, obviando nuestro derecho a la salud y la vida.

Ya en mi puesto de trabajo al que debo asistir, me guste o no, la indignación no para, pero ya no solo es por la farsa del “plan vacunarse ec”, sino porque en redes vemos como quienes siempre han vivido del Estado burgués y sus negocios – los mismos que se han llenado los bolsillos con nuestra mano de obra-, se muestran sonrientes en las lujosas instalaciones del Club Rotary de Guayaquil mientras son inmunizados con las vacunas que el Ministerio de Salud Pública les entregó.

Esa gente que tanto te dice que trabajes y que el Estado no debe “regalar” nada.

La misma gente que puede pagarse el avión a Miami y vacunarse.

Esa gente que se enriqueció con el crecimiento del sector agroexportador el año pasado.

La misma gente que trajo el COVID-19 en medio de sus viajes y bodas lujosas.

Esa gente que aplaude el acuerdo con el FMI y defiende al Estado burgués mientras le conviene.

Todo musicalizado, claro. Ambientado con la canción Close to you de Carpenters interpretada por un trabajador de la música, que seguramente tampoco accedió a la vacuna, mientas hacía más amena la vacunación VIP.

Una vez más queda claro que a las élites que gobiernan, nuestras vidas no les importan. Mientras el país se hunde entre la crisis y las medidas de ajuste neoliberal, la gasolina sigue subiendo y con ella los precios de todas las cosas necesarias para vivir. Ellos se reparten la vida y la inmunidad con música y risas de por medio.

Quisiera decir que el COVID19 es lo peor que nos ha pasado, pero no está ni cerca de la podredumbre que este sistema emana en cada una de sus acciones. Posiblemente, señalar a los ineptos gobernantes sería lo adecuado, pero estoy segura que gobierne quien gobierne, esto jamás mejorará.

No, mientras no nos organicemos. No, mientras no aceleremos la caída del sistema donde las más empobrecidas tenemos que aceptar con horror, miedo y desesperanza nuestro destino. No, mientras la solidaridad no sea la bandera que levantemos en cada acto diario pues mientras gobierne el capital, esto, no va a cambiar.

En medio de todo, y para recobrar algo de cordura y fortaleza, recuerdo aquella frase que dice “que el miedo no te paralice y que la rabia te organice” porque para construir un mundo con justicia social tenemos que destruir el sistema desde sus raíces.

VIVIREMOS para verlos caer, VOLVEREMOS más fuertes y activas, VENCEREMOS por el mundo que queremos para todas

ACCIÓN ANTIFASCISTA ECUADOR